En el sector de la logística, las emisiones de CO2 se generan principalmente en el transporte y en el almacenaje. Con el avance de la tecnología, que actualmente ya se encuentra disponible, existe un variado abanico de alternativas que pueden competir con los medios de transporte clásicos.
Las operaciones logísticas y de transporte son responsables del 25% de las emisiones de CO2 en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Una cifra que previsiblemente irá en aumento debido al auge del comercio online, tanto de tiendas físicas como de grandes plataformas de venta y distribuidores internacionales.
La mitad de las compañías españolas de gran consumo prevé disminuir un 50% sus emisiones de gases de efecto invernadero en las actividades logísticas para 2030, según indica un estudio reciente (realizado por Aecoc). Dicho informe ha revelado que la optimización logística es una de las soluciones más importantes que contribuirá a reducir las emisiones de CO2 de las empresas españolas.
El transporte representa la mitad del consumo mundial de petróleo y casi el 20% del consumo mundial de energía, de los cuales aproximadamente el 40% entra en el transporte urbano solo. Aunque el aumento de la movilidad trae muchos beneficios, la tasa asombrosa de escalada crea nuevos retos, entre ellos la cantidad de emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) prevé que esta cifra se duplique para el año 2050, a pesar de las mejoras tecnológicas y de que el vehículo de ahorro de combustible está en curso.
Por ello, el sector necesita apostar por una distribución de mercancías más inteligente e innovadora que respete el equilibrio entre el crecimiento económico y la protección de los recursos naturales y el entorno.
Fuente: medios de comunicación