Cuando una empresa construye una base estratégica con la sostenibilidad, fortalece su visión de permanencia y posicionamiento en el mercado. El compromiso empresarial es que sus acciones contribuyan con el desarrollo de la sociedad y de la economía. A su vez, estas acciones deben estar en armonía con la conservación del ambiente y los recursos del planeta. Por eso, la sostenibilidad es el pilar de muchas organizaciones mundiales desde hace más de una década.
Las empresas que han sobrevivido a las crisis económicas y la pandemia, en muchos casos han tenido que reinventarse, pivotar hacia nuevos modelos de negocio que les proporcionen vías alternativas de ingresos, buscar nuevas formas de hacer las cosas.
En este proceso de transformación y de reconstrucción en el que se encuentra el tejido empresarial, es que emerge la sostenibilidad como una clave importante. Por tanto, el desarrollo sostenible resulta vital. La sostenibilidad se ha colado en primera línea de la agenda global, y sin duda, la pandemia ha confirmado su importancia: La apuesta por la sostenibilidad es rentable para las empresas y aporta competitividad.
Se recomiendan cinco pautas a aquellas empresas que desean integrar la sostenibilidad en el corazón de su negocio y quieran aprovechar este momento de reinvención para construir un nuevo futuro:
- Definir un propósito para la empresa y hacerlo realidad: Las empresas tienen una misión que cumplir en la sociedad a la que pertenecen. Por eso, es importante que decidamos cuál queremos que sea nuestra contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU, ya sea en su vertiente más social, medioambiental o de buen gobierno. Ese propósito ha de ser realista, accionable, y poder evolucionar con el paso del tiempo. Además, debe ser contagioso, integrarse en la cultura corporativa y calar en todos y cada uno de sus empleados, pues solo de ese modo podrá tener un impacto real fuera de la compañía.
- Apostar por un nuevo modelo de liderazgo y gestión: Hoy las empresas necesitan líderes que, desde la empatía, sean capaces de motivar a sus empleados y guiar sus pasos hacia un nuevo objetivo que trascienda a la propia compañía, que asiente una nueva forma de gestión empresarial común a toda la industria. Para ello, el líder debe ejercer un modelo de dirección y gestión que busque el equilibrio entre las necesidades de sus grupos de interés (trabajadores, inversores, clientes, proveedores) y sus objetivos de negocio. Además, que apueste por la transparencia y por un comportamiento ético, para evitar conflictos y crisis. Y también, que esté alineado con su propósito corporativo y sea capaz de diferenciarse de la competencia. (¡Casi nada!). Para conocer más sobre las pautas del nuevo líder pueden contactar con AEDHE Escuela de Liderazgo a través de correo electrónico formacion@aedhe.es
- Construir una marca con valores: La reputación de una marca no solo se asienta en un buen producto o servicio. Los consumidores (sobre todo los menores de 30) valoran cada vez más su compromiso con el planeta a la hora de tomar su decisión de compra. Y también los inversores exigen a sus participadas que su dinero sirva para aportar un impacto positivo al mundo en que vivimos. Por tanto, es esencial que la empresa base su actividad en valores auténticos, que sea capaz de impulsar movimientos sociales y medioambientales, y que a su vez conecten con los valores de la sociedad. Sin duda, esto incrementará la reputación de la empresa, además, la marca se asociará a esos valores positivos, y a la vez se estará realmente generando impacto sostenible. (Con un solo paso se consigue mucho).
- Elegir proveedores que ayuden a generar un impacto positivo: Establecer un sistema de alianzas con proveedores que compartan nuestros valores es clave para provocar un cambio capaz de regenerar el sistema. La cadena de suministro de una compañía define en gran medida su apuesta por la sostenibilidad. Elegir proveedores que se guíen por valores éticos, sostenibles y humanos, además de contar con los distribuidores comprometidos con el medio ambiente, va a determinar el impacto de la empresa en la sociedad y nuestra huella de carbono.
- Perseguir la innovación desde el consumo responsable y la circularidad: Apoyar el consumo responsable y la economía circular desde la propia esencia del negocio será clave para que nuestra actividad económica sea consciente, comprometida y sostenible. Una empresa que desea mantenerse conectada con los cambios y tendencias que marcan la sociedad y la economía se encuentra siempre en estado de transformación. Es importante seguir escuchando a los propios consumidores, buscar constantemente nuevos procesos, metodologías y productos. Esa estrategia de innovación constante debe partir de un concepto de circularidad que contribuya a aprovechar y reutilizar los recursos disponibles.
Para más información sobre sostenibilidad, económica circular, autoconsumo o gestión de residuos contacta con el Área de Medio Ambiente de AEDHE a través del correo electrónico medioambiente@aedhe.es
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Fuente: medios de comunicación