Aunque en este momento los agentes públicos están lidiando con las lógicas consecuencias de la crisis epidemiológica, por un lado, intentando dar solución médica a los afectados y por otro aislando los focos del virus existentes en el país, para intentar cortar la posible entrada que genere nuevos focos de contagio, en los próximos días tendremos que afrontar y gestionar una crisis de otra envergadura.
Una crisis que por desgracia en este país, nos hemos enfrentado con relativo éxito en la anterior década, la económica. Esta crisis que, a priori, podríamos pensar que va a ser mucho más dura con unas actividades que con otras. En nuestra opinión, basada en la experiencia atesorada en gestión de crisis, afectará a todos los sectores, desde los más sencillos de identificar por todos nosotros, como todas las actividades relacionadas con el turismo, hasta la propia distribución, la fabricación industrial, el transporte o el comercio. Es decir, los 4 sectores que forman nuestra economía notarán los efectos del COVID-19. Por tanto, podemos afirmar sin ningún género de dudas que es una crisis que tendrá influencia negativa en todos los sectores de nuestra economía, y de nuevo a nivel global.
¿Qué problemas se generarán en las empresas?
Con carácter previo es importante recalcar que estamos acostumbrados a afrontar crisis profundas que provienen de temas conocidos para todos nosotros y en los que sin duda más de uno de vosotros os sentiréis reflejados, como por ejemplo: la pérdida de un proveedor o de un cliente estratégico que hace que se nos hunda la facturación o que sea imposible atender los pedidos de nuestros clientes.
O la eliminación de nuestro contrato de distribución o de agencia sin acuerdo entre partes, o cambios normativos que nos obligan a reorganizar la empresa y darle otro rumbo, o problemas societarios entre socios que obligan a realizar procesos de venta de compañías o realización de complejos informes periciales, o también la pérdida de recursos humanos claves de la organización, al igual que las malas políticas de inversión que el plan de negocio no absorbe, o incluso las líneas de negocio no rentables que no fueron analizadas y que van lastrando nuestro margen poco a poco.
En cualquiera de estos casos, por mayor complejidad que puedan tener, sin duda seremos más o menos conscientes del plazo que nos puede suponer revertir la situación, las acciones a realizar y las consecuencias de las mismas. ¿Pero estamos en disposición de dar respuesta a nuestro negocio sin saber a lo que nos enfrentamos ni el horizonte temporal del mismo?
Como hemos indicado anteriormente, hay empresas que están sufriendo ya las primeras consecuencias económicas del coronavirus, pero sin duda, en los próximos días se irá trasladando como una ficha de dominó a todos y cada uno de los sectores que engloban el tejido económico nacional, una serie de problemas comunes que habrá que resolver y que los resumimos brevemente de esta manera:
Personal. Sin lugar a duda, vamos a tener un grave problema en ambos sentidos, por un lado, nos vamos a encontrar con una plantilla dimensionada en principio a un volumen de actividad que no es el actual y en el que quizás tendremos que realizar ajustes flexibles. Y por otro lado, habrá sectores que como consecuencia de la crisis del coronavirus demanden personal cualificado y dicha demanda no pueda ser satisfecha.
Cadena suministro. Los problemas en el Supply Chain nos los vamos a encontrar desde casi todos los puntos que la abarcan siendo principalmente problemáticos en nuestra opinión el abastecimiento (hay que recordar que China siendo la actual fábrica del mundo y está trabajando a un nivel muy reducido de su capacidad), y el transporte (posibles cortes en focos del virus y sobre todo la imposibilidad de encontrar agencias que puedan desarrollar el comercio internacional por tierra).
Liquidez. Es bien sabido que las Pymes trabajan con unos márgenes reducidos y que más del 95% de ellas facturan menos de 2 millones de euros. Si a la baja facturación y el escaso margen le sumamos que muchas aún no tienen saneado por completo su balance, como consecuencia de los acuerdos de refinanciación o del propio trabajo de minoración de la deuda procedente de los planes de viabilidad de la crisis del 2008-2009, hace que cualquier contingencia relevante le haga incurrir en problemas muy graves de liquidez pudiendo algunas acabar en problemas de solvencia.
Resumiendo, la crisis que vamos a tener que abordar es integral porque va a afectar a todos los sectores económicos, global, porque se está produciendo en todo el mundo, desconocida porque es un patógeno del que carecemos de información, que va a afectar a toda la cadena de valor de la compañía y que va a originar un profundo problema de liquidez.
Propuesta gubernamental
Aunque de momento lo único que conocemos es lo que el presidente del gobierno deslizó el pasado martes 10 y que parece que se concretará una vez esté consensuado con los agentes sociales, en un Plan de choque contra el coronavirus, que incorporará medidas para empresas, pymes y familia.
Por lo que se conoce, hasta ahora ese plan de choque posiblemente contendrá medidas en temas tan diversos como seguridad social y hacienda con moratorias y aplazamientos, líneas de liquidez y planes de flexibilidad laboral que fomenten las reducciones de jornadas o los ajustes temporales de empleo, si bien habrá que esperar hasta que este sea aprobado y puesto en marcha.
Propuesta desde AEDHE:
En este contexto, y a pesar de que como hemos comentado, es difícil prever ahora mismo el alcance de esta situación y su duración en el tiempo, hay una serie de recomendaciones, que, desde nuestra experiencia, son esenciales para afrontar esta situación y tomar las decisiones adecuadas que permitan minimizar el impacto:
- Mantener la calma ante lo que se avecina, habrá momentos de mucho nerviosismo que tenemos que vencer, estando tranquilos tomaremos mejores decisiones.
- Constituir un gabinete de crisis interno (si existe comité de dirección ese puede ser el escenario), sin duda las opiniones diversas de todas las áreas nos ayudarán en la toma de decisiones.
- Realizar un presupuesto de las consecuencias que nos puede acarrear el coronavirus, y estar pendientes de las desviaciones que se vayan produciendo, es importante tener bien acotado cual será nuestras necesidades de circulante, ni más de la que necesitamos, ni menos.
- Asesoramiento externo, los malos tragos mejor pasarlo acompañados y si son con visiones integrales que puedan ayudar a tu negocio, mucho mejor.
Volvemos a recalcar que no debemos tomar decisiones precipitadas, debemos estar atento a los propuestas gubernamentales y estudiar muy bien a qué medidas acogernos, recordamos nuevamente que las empresas sufren de escasos márgenes y de balances aún no saneados, por lo que en principio solo aconsejamos que las líneas de liquidez y préstamos que se puedan instrumentalizar se realicen desde el estudio previo y la responsabilidad, ya que lo que hoy podemos considerar que es la solución posiblemente mañana sea un grave problema.
También queremos recordar que aquellas empresas que, a día de hoy, tengan servicios preventivos de control de gestión y asesoramiento jurídico, serán mucho más ágiles a la hora de tomar decisiones y podrán salir antes de la crisis, por lo que seguramente sea también un buen momento para que los empresarios y la dirección de las empresas, aprovechen para empezar a implementar herramientas que les ayuden a tomar decisiones en sus negocios.
Juan Luis Beltrán y Guillermo Pérez-Olivares
Consultores de AEDHE