Las caídas de venta de coches (-32%), del comercio (-5,8%) y de la baja llegada y gasto de turistas extranjeros (-78%) han demostrado que el impacto de la segunda ola ha sido notablemente más duro que lo previsto.
En 2020 el PIB a caído al 13%, mientras que en 2021 se prevé un crecimiento del PIB cerca del 5%.
La tercera oleada del virus amenaza la ya precaria situación financiera de las empresas más golpeadas por la pandemia. Si le añadimos los eventuales retrasos en la vacunación, el panorama es retador y muy complejo.
Un año muy complicado para la industria de la automoción debido a la pandemia del coronavirusy a la obligación de tener el mercado cerrado durante cerca de dos meses, entre mediados de marzo y mayo, debido al estado de alarma. Las ventas de coches han caído en 2020 algo más del 32%, es decir unos 400.000 vehículos menos.
Doce meses perdidos también para la industria turística. España dejó de recibir 61 millones de turistas y casi 68 mil millones de euros en los primeros once meses de 2020. El gasto total realizado por los turistas internacionales se desplomó un 78,1% y la llegada de visitantes se redujo un 76,9%. Con las fronteras cerradas buena parte del año y la imposibilidad de realizar desplazamientos, el sector vivió uno de los peores cursos de su historia.
Las vacunas han abierto un horizonte de esperanza. Sin embargo, la economía todavía tendrá que sufrir mientras llega el final de la pandemia. Queda al menos una primera mitad del año marcada por más restricciones que perjudicarán otra vez las cuentas de las empresas y que, según advierten los expertos, podrían generar problemas de solvencia.
El Banco de España destaca tres formas para prepararse: en primer lugar, ampliar las ayudas para las empresas. Segundo, facilitar la reestructuración de deudas. Y tercero, agilizar los procesos concursales.
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